Seguramente algunos de ustedes al leer el título pensaron, ¿aceptar a Jesús? Eso ya lo hice. Claro, decir u orar diciendo "Señor Jesús te acepto en mi vida" no es difícil. Si te tomas el tiempo suficiente puedes hacer que hasta un perico aprenda a hacerlo.
Pero aceptar a Jesús como Señor y Salvador incluye algo más que una simple decisión mental. En el sentido bíblico, significa creer, confiar y seguir. Quizás conozcas algún amigo que dice haber aceptado a Jesús pero su vida, su carácter no corresponde con esa decisión que dice haber tomado. Quizás tú mismo lleves tiempo en la iglesia, en apariencia lo hayas hecho, pero tu carácter no corresponde con tus palabras.
Lo sé porque me pasó a mí. Muchos años fui a la iglesia y cuando escuchaba al pastor hablar del infierno me asustaba, entonces "aceptaba" a Jesús, pero sólo de palabras. Cuando salía de la iglesia y me iba a la casa y se me olvidaba el susto seguía como siempre, mintiendo, peleando con mis hermanos, diciendo groserías, siendo rebelde y desobediente... en fin, larga lista. Cambié mi nombre por otro, otra iglesia, pero no depositaba mi fe en Él.
Ahora ¿cómo podría ser liberada de esta forma? Dios no es un Dios de confusión, quien sigue verdaderamente a Jesús no puede estar entre el sí y el no, no puede estar entre dos pensamientos; no se puede estar entre la luz y las tinieblas.
Aceptar al Señor Jesús significa abandonar la antigua vida, dar la espalda al error y someterse al Señor por medio de su Palabra. Negarse a sí mismo, tomar la cruz e ir en pos de él. Si hacemos esto, entonces estamos preparados para enfrentar a todos los obstáculos y resistir al mundo entero por amor a Él. Fue el día en que me decidí a abandonar todo lo que le desagradaba a Dios cuando tuve un verdadero encuentro con Él. Cambié totalmente, dejé todas las malas actitudes y nací de nuevo.
No pierdas más tiempo, acepta ahora mismo al Señor Jesús como tu único Salvador, decídete, deja el error atrás. Si quieres haz ahora una oración, que, si eres sincero, Él Señor Jesús no te rechazará, sus brazos están listos para recibirte y hacerte nacer de nuevo.
Espera el siguiente paso...
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